Mensaje Desde el Corazón del Mundo en el Día de la Tierra
Abril 2020
Nosotros los Mamos desde nuestra casa Sagrada de la Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia, invitamos a todos los hermanos a quienes llegue este mensaje a entrar en un momento de contemplación y de reencuentro interno para conectar nuestras almas y corazones formando una plataforma de luz en aquel punto donde yace la chispa divina y donde la sabiduría de las leyes incambiables se unen con el todo para balancear nuestra Madre Tierra y con ella a nosotros como UNA sola Humanidad.
En el lenguaje Arhuaco, Zaku significa Madre, y para los Mamos Zaku es también el holograma de un universo cósmico que es a la vez nuestro propio universo interno. Siendo un holograma, esto significa que lo que pasa a nivel de cada uno de nosotros como individuos o como humanidad también se refleja a nivel de la Sierra (Niwi Umuke), del planeta (Niwi Umukin), del cosmos y del universo.
Zaku es también la Madre Tierra (Niwi Umukin), y es el universo cósmico Chukimurwa donde moran el rayo, el trueno, los colores del arco iris, el padre sol Bunkwakukwi y la Luna. Zaku es individual y es universal es todo y es Uno a la vez.
Zaku también representa el mundo natural y es al mismo tiempo nuestro territorio ancestral, cultural y espiritual. Es la montaña piramidal, la Sierra Nevada de Santa Marta junto con sus cuatro pueblos originales: los Arhuacos, los Kogis, los Wiwas y los Kankuamos, quienes llamamos a la Sierra el Corazón del Mundo. Cada pueblo original representa un punto cardinal y a la vez una cavidad del corazón donde se anclan los cuatro elementos de la existencia: el aire, el fuego, la tierra y el agua.
Los Mamos somos personas comunes y corrientes, pero tenemos la tarea de llevar en nuestra esencia la sabiduría milenaria de nuestra cultura ancestral. Podemos dialogar con nuestra sagrada Zaku día y noche y oír de ella su lamento, cada vez que nosotros extraemos de sus entrañas sus minerales, su sangre, su carbón o cuando tomamos prisioneros nuestros hermanos mayores del mundo natural violando los derechos de las aguas, de los bosques y de todos los reinos naturales.
Los Mamos también tenemos el poder de balancear la humanidad, porque estamos empoderamos por Zaku Ga’kunamu la palabra, el mensaje, el idioma de la Madre. Para nosotros el lenguaje vivo el Ga’Kunamu de Zaku esta en el suelo, las piedras, las plantas, los árboles, el agua, los humedales los ríos, los animales, el mar y la briza.
Nuestro mensaje en este momento de tormenta, de aprendizaje, de reflexión tiene que ver con un cambio profundo en la consciencia humana, en la visión de cada uno de nosotros para asegurar la protección de la vida en todas sus maneras y formas, invocando nuestra grandeza espiritual para que cuando hayamos sobrevivido esta crisis colectiva hayamos aprendido a vivir con una consciencia universal, no desde un concepto o desde una palabra, sino desde la acción basada en el amor incondicional que mantiene total reverencia por la vida. Es allí donde la humanidad se levantará con la grandeza espiritual que la debe definir y abanderar.
La Madre Tierra es la Madre (Niwi Umukin) nuestra Zaku. Nacimos de sus entrañas y nos alimentamos con la abundancia de sus senos. El padre Sol Bunkwakukwi la fertiliza y la luna marca el tiempo de la cosecha, de la siembra de los ciclos de cambio en todos los seres.
Durante los tiempos de eclipse el alineamiento de ellos tres: sol, la Luna y el planeta determinan una ley particular que ha de regir a la humanidad, a la naturaleza y a Zaku de acuerdo con su posición universal.
Zaku se comunica consigo misma, con el cosmos (Chukimurwa) y con Bunkwakukwi y los tres a su vez hablan con nosotros los Mamos, en nuestros sitios sagrados, en el kaduko, día a día no solo de lo que pasa en el corazón del mundo, sino también de lo pasa con la humanidad, con la naturaleza y con el cosmos.
Entre ellos balancean las fuerzas femeninas y masculinas lo positivo y lo negativo creando el balance del que habla la Ley de Origen, la Ley Universal del Orden.
Por eso, para nosotros los Mamos el Día de la Tierra es todos los días porque todos los días de nuestra existencia Zaku habla con nosotros su palabra y su sabiduría, a la que podemos acceder a través de nuestros propios Marunzamas (nuestros elementos de poder).
Ahora, los invitamos a abrir los corazones a Zaku, para reencontrarnos con nosotros mismos a través de la reconciliación con el otro, con los hermanos elementales de las plantas y de las aves, de las montañas, de las brizas y de las aguas. Nos declaramos Uno en el amor de la Nueva Era. Este reencuentro conlleva enormes cambios que están sucediendo alrededor nuestro ahora mismo y que seguirán por algún tiempo mas allá en el futuro.
Abrimos nuestros corazones a las energías poderosas que conllevan esos cambios, las abrazamos en la luz y en el amor.
Abrimos nuestros corazones a la luz de la pandemia que nos esta acompañando y forzando a hacer un alto en el camino de la reconciliación antes de seguir el peregrinar como nueva humanidad en cercano contacto y respeto con la naturaleza por el sendero del amor.
Unidos en esta reflexión abrazamos en circulo a Zaku para expandir el amor que por ella sentimos. Así, juntos en el amor, desde la Sierra nos consagramos como los guardianes de la Madre Tierra, guardianes de la sabiduría sagrada, de la existencia de la vida, de las nubes, de las estrellas, de las montañas.
Nos consagramos al servicio de la luz para cuidar y mantener la alegría y la inocencia de los niños, la protección de los desamparados, de los desplazados y de los que lo han perdido todo en el avance de la sombra. Todos ellos nos invitan a ejercitar nuestra generosidad, compasión y desapego.
Aceptamos y reconocemos que nada cambia al azar dentro de las leyes divinas y universales que nos guían y dirigen hacia el camino de la luz y del amor nuestro sendero y nuestro destino común como una sola humanidad. Todo tiene un propósito y un significado divino.
Reconocemos y aceptamos con corazón humilde que las leyes universales están plasmadas en el corazón de todos los hombres desde el mundo espiritual y que ellas deben ser nuestra brújula en el sagrado camino de la vida.
Juntos Mamos y hermanitos menores nos reconciliamos con la luz, con el universo, con la vida para empezar el camino hacia el nuevo amanecer, llevando en nuestros corazones la semilla del amor y de la esperanza.
Al final de este de este periodo de aislamiento social, despertaremos a ese nuevo amanecer junto con la luz del sol, en el encuentro con la Madre Tierra para permitir la emergencia de la vida a través del balance entre lo positivo y lo negativo, lo masculino y lo femenino, en el espíritu y en la materia.
Respetamos toda sabiduría enmarcada dentro de la totalidad. Porque la totalidad significa vida, sabiduría y naturaleza. Así juntos con los Mamos de la Sierra Nevada de Santa Marta, nos declaramos uno con la esencia y UNO con la totalidad, reconciliándonos con las leyes universales.
Duni (gracias).
Mamos Dwawiku Izquierdo, y Luis Eduardo Malo Crespo,
Mamos de la Comunidad Arhuaco de la Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia
Copilado y traducido por: Amanda Bernal-Carlo